La biotecnológica catalana pretende invertir 23,5 millones en su primera fábrica de biocombustible avanzado, que va a situar en el país vecino.

Sanitia. La filial portuguesa Inkemia recibirá la subvención a través de un programa gestionado por el Instituto de Apoio às Pequenas e Médias Empresas e à Inovação -IAPMEI-, del Ministerio de Economía de Portugal, sin intereses y a 8 años de plazo con dos de carencia para la devolución del capital. Parte de la cifra de la ayuda -hasta el 25,5%- es convertible en subvención a fondo perdido siguiendo determinados criterios del proyecto.
Según la información remitida por InKemia al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), donde cotiza, el resto de los fondos necesarios para realizar la inversión se obtendrán mediante el desarrollo de un “project finance”.
La biotecnológica tuvo unas pérdidas de 704.548 euros en 2017, que se acumulan a los números rojos de 405.150 euros del ejercicio anterior, aunque su facturación individual aumentó el 139%, hasta 4,7 millones de euros, y el ebitda avanzó el 8%, totalizando 644.000 euros. La inversión para abrir a abrir filiales en Reino Unido y Estados Unidos pasó factura a la cuenta de resultados.